Contento Mental

" EL CONTENTO"    Sin importar quienes somos, el principal propósito de nuestra vida es ser “Felices”. Todos los seres humanos, compartimos el mismo deseo y el mismo derecho de buscar y encontrar la “Felicidad” y de evitar el sufrimiento. Esto es lo que el Dalai Lama dice: Si examinamos profunda y detenidamente vemos que hay dos clases de “Felicidad”, una basada en la comodidad física a la que llamaremos la felicidad de los sentidos o la del placer, la segunda está basada en un “Contento Mental, más profundo”. Desde ya obviamente sabemos cual es la mejor. “LA SEGUNDA” que se basa en un “Contento Mental mas profundo”, esta es mas segura. La felicidad que está basada en los sentidos y en el placer es de hecho muy cara y con frecuencia es insatisfactoria. Jorge: Suele suceder que a veces ansiamos ese reloj costosísimo y sufrimos hasta que lo conseguimos y obra en nuestro poder, luego pasa el tiempo y el mismo termina en el arcón de los recuerdos. Lo mismo acontece con una bicicleta, deseo tener un MTB, para salir, después de un tiempo, encontramos excusas que llueve, que hay mucho sol o calor, la bicicleta termina en el galpón de los recuerdos, ya no nos satisface como en un principio y así se sucede con todo.  Como dijo el filósofo griego Sócrates:   EL CONTENTO ES LA RIQUEZA NATURAL EL LUJO ES LA POBREZA ESPIRITUAL  

domingo, 26 de enero de 2014

          

LA IMPERMANENCIA

La impermanencia, se manifiesta en todo lo existente. Desde  microuniverso (incluyendo nuestro cuerpo) hasta el macro universo, todo cumple su ciclo, las estrellas o soles mueren, la células perecen una vez cumplido su ciclo vital y son renovadas por otras nuevas. Todo es naturaleza de cambio y cambio. La mayoría de los seres humanos lo intuye, pero trata de no pensar en ello y elabora fantasías(en el fondo lo saben el morirá, yo moriré, mis hijos y mi nietos morirán y así es la rueda, así es la ley), toma posesión de cosas (la mayoría inútiles), lucha por ellas, pone un gran sentimiento de ego, acumula, se satura de bienes suntuosos, pensando que todo ello garantiza la perpetuidad, de ese modo erróneamente, va transitando su vida llevando un comportamiento atroz, miente, engaña, promete y no cumple, odia, se apega a los objetos materiales, tiene sentimientos de aversión o de indiferencia, etc. Solo aquel que ve muy de frente la impermanencia, logra desarrollar un vida con plenitud y felicidad, porque nada lo ata, cumple con sus obligaciones y con ciertos deseos, saboreando el proceso momento a momento, en forma armónica, sin extralimitarse .

Todo esa impermanencia cíclica, de transformación, sucesión de fenómenos condicionados, vida, muerte y renacimiento, rueda inexorable de forma tras forma, existencia tras existencia, ciclo de renacimientos.


Tal es el mundo fenoménico, que nos condiciona, nos envuelve, nos atrapa. Durante muchas existencias, nos deslizamos por el océano samsárico, renaciendo y renaciendo, impulsados por la volición (la avidez, la voracidad, el anhelo de vida, la <<sed>>, voluntad) a renacer una y otra vez. Deseamos prolongarnos, deseamos y deseamos, deseamos perpetuarnos, continuar. Y ciertamente, continuamos vida tras vida, regidos por la ley del karma o la ley de la causalidad, determinados por nuestras acciones, alimentando apegos sobre apegos. Nos apegamos a lo material y lo inmaterial codiciamos, nos aferramos a nuestras ideas y pensamientos, a nuestros agregados. Cultivamos nuestra ansiedad, nuestra volición. Renacemos, creemos que nuestro ¡Yo es eterno, y no es así. Nuestro deseo muy intenso de seguir viviendo, de continuar siendo, es la gran fuerza, el impulso desmesurado que nos hace renacer. Se dice que nuestro último momento-pensamiento de la actual vida es el primer momento-pensamiento de la sucesiva, como la chispa que enciende el fuego. Imagínese que muere deseando o que muere preocupado porque pierde sus bienes materiales y quien se los quedara, eso no es una buena muerte, aunque quizás alguno piense las muertes son todas malas. Pero fuera de ello todo es impermanencia y todo es proceso de cambio, como dice el refrán ¡hoy estamos, mañana no se sabe si estaremos. Sabemos que vamos a morir, pero no sabemos cuándo, aquel que reconoce ello, vive con más libertad, vive con mayor humildad, valorando el hecho de vivir y amar.

Muchos elaboran fantasías o creen en sus Iglesias que les prometen un paraíso, un recuentro con familiares. Al momento de morir dejamos de ser lo que éramos, eso si, buscamos un cuerpo nuevo, como si buscáramos un traje nuevo, pero halla los que creen en otras cosas o quizás fantasías.
En pocas palabras aquel que reconoce la impermanencia, la insatisfactoriedad he insustancialidad, ha dado un paso enorme o gigantesco, estando en perfecta armonía con todo lo existente y natural. De ese modo será uno con la naturaleza y no uno y la naturaleza.
Recuerde al momento de morir, el ultimo pensamiento que tenga, será el primer pensamiento cuando renazca como otro ser. No espere tanto tiempo para cambiar, comience ahora.
Cuando uno muere, lo que queda es innecesario, hay personas que optan por la cremación, luego lo parientes, añoran los restos del cuerpo, porque no tienen un santo sepulcro(los restos son restos de materia y nada mas) donde orarles a sus huesos, en mi opinión el cuerpo es como un traje que se va desgastando, una vez que ya no sirve se desecha. Lo importante al momento del la muerte es la transferencia de conciencia. Muchos piensan que hay un cielo y que ahí esta el padre o la madre, el abuelo o algún familiar para recibirlos, en esto tengo mis grandes dudas, porque si en realidad todos renacemos de vuelta, como otras personas, ya los padres no existen, ni los abuelos, ni los amigos en el mas allá, dado que ellos han transferido su conciencia. ¿Se entiende, nadie nos aguarda, nadie nos espera, solo sufrimos un proceso de desintegración de nuestro cuerpo y luego nuestra conciencia busca en el Bardo, otro cuerpo nuevo que esta por nacer.

Por todo ello es muy importante al momento antes de morir, llevar un correcto modo de accionar, pensar, actuar, ayudando al que necesita, sin apegos ni aversión. Por todo ello, les digo, sean felices por el tiempo que les queda por vivir, con lo mucho o poco que tengan, porque nada se llevaran.


COMPRENDER LA IMPERMANENCIA,
ES COMPRENDERSE A SI MISMO.

Los sufís tienen un refrán que dice: «Reza a Alá pero no dejes de atar a un poste tu camello». Para el caso yo te digo medita y medita, no lo hagas en el apuro, tomate tú tiempo. De este modo, es posible reconciliar las dos facetas de la práctica: no dejes de rezar, si eres creyente  y sino meditar..etc. pero asegúrate también de hacer lo que debes hacer en el mundo. Medita y ocúpate de la auténtica experiencia espiritual y descubre la forma de manifestarla aquí y ahora.

Soy algo crudo en mis relatos, pero no encuentro, otra forma de tomar las cosas, de primera mano. Si alguien me digiera el cielo no desaparecerá, yo le diría ¡no esté tan seguro (investigue lo opuesto del big bang). 

Como ser un de las teorias mas firmes, es la del colapso inminente universales o big crunch ha sido discutido por los principales físicos desde hace bastante tiempo. Sin embargo, la importancia del nuevo documento publicado es que se habla de la crisis cósmica como inevitable en la escala universal. Sus cálculos comparten una estimación aproximada sobre el marco de tiempo del colapso. El estudio dice que el universo que comenzó con el Big Bang, llegará a su fin con el Big Crunch.

Desde el Big Bang (explosion) expansión a la contracción hacia el Big Crunch

En realidad, todo lo condicionado, es de naturaleza impermanente, todo lo que se expande, se contrae y viceversa, así pasen eones, cuando el Sol haga la implosión y desaparezca, se engullirá al planeta tierra. Cuando el universo se contraiga, todo desaparecerá como es ahora, todo será como en un principio desaparecerá la dualidad de todo lo existente, desaparecerán los cielos. Esas son las reglas desde que principiaron y cuando todo se creó. Pero los humanos, queremos ver perpetuidad, como ser, conservar un buen reloj, conservar el coche impecable, conservarnos jóvenes, pero debemos entender que todo lo condicionado, hablamos de la “Totalidad’’, es impermantente.

Debemos entender que cuando, nos abramos a las cosas tal como son -impermanentes, insatisfactorias y carentes de identidad- podremos entablar con ellas un nuevo tipo de relación. Pero, para hacerlo, debemos hacer frente a las cosas con apertura y confianza. ¿Cómo podemos abrimos a estas tres características fundamentales en todas las facetas de nuestra vida? Cuando las veamos despertaremos porque ciertamente no existe yo alguno al que asimos. No estamos separados de nada y no existe nada tampoco a lo que aferramos. Cuando dejemos de escapar de lo que nos presenta el momento instante tras instante, la atención amorosa hacia nosotros mismos y hacia los demás fluirá sin impedimento alguno. La atención, sacia el hambre y disipa las tinieblas de la ilusión que enturbia nuestra confianza y permite que nuestra auténtica naturaleza se exprese de manera natural. Cuando nos abramos a la aceptación de la naturaleza impermanente, insatisfactoria e insubstancial de todas las cosas, alcanzaremos la verdadera integridad. Y en esa aceptación no existe nada oculto ni nada de lo que nos estemos ocultando, no se trata de la agotadora labor de mantener una pretensión ni del apremio de una necesidad incesante sino tan sólo de la misma aceptación y sabiduría que solemos admirar en los sabios. Es así como podremos despertar naturalmente un corazón amoroso y compasivo que exprese directamente nuestra armonía con estas simples verdades.

Ciclo del Sansara, Ciclo de Impermanencia, Pensamiento Oriental

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Jorge A. Nicolini

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