Contento Mental

" EL CONTENTO"    Sin importar quienes somos, el principal propósito de nuestra vida es ser “Felices”. Todos los seres humanos, compartimos el mismo deseo y el mismo derecho de buscar y encontrar la “Felicidad” y de evitar el sufrimiento. Esto es lo que el Dalai Lama dice: Si examinamos profunda y detenidamente vemos que hay dos clases de “Felicidad”, una basada en la comodidad física a la que llamaremos la felicidad de los sentidos o la del placer, la segunda está basada en un “Contento Mental, más profundo”. Desde ya obviamente sabemos cual es la mejor. “LA SEGUNDA” que se basa en un “Contento Mental mas profundo”, esta es mas segura. La felicidad que está basada en los sentidos y en el placer es de hecho muy cara y con frecuencia es insatisfactoria. Jorge: Suele suceder que a veces ansiamos ese reloj costosísimo y sufrimos hasta que lo conseguimos y obra en nuestro poder, luego pasa el tiempo y el mismo termina en el arcón de los recuerdos. Lo mismo acontece con una bicicleta, deseo tener un MTB, para salir, después de un tiempo, encontramos excusas que llueve, que hay mucho sol o calor, la bicicleta termina en el galpón de los recuerdos, ya no nos satisface como en un principio y así se sucede con todo.  Como dijo el filósofo griego Sócrates:   EL CONTENTO ES LA RIQUEZA NATURAL EL LUJO ES LA POBREZA ESPIRITUAL  

FABRICANTE DE PARADOJAS


Buddha decia hace poco mas de 2500 años atrás, no creas en todo lo que te dicen, no pongas un cabeza sobre la tuya, no creas en lo que te digo, ve he investiga, después si lo mío es mejor vuelve.

LOS LATIDOS DE UNA PLANTA ESTREMECEN A UNA REUNIÓN DE CIENTÍFICOS EN OXFORD 

Sabio hindú causa nuevo asombro al mostrar «sangre» manando de la planta

EL PÚBLICO, TOTALMENTE ABSORTO, contempla con el ánimo en suspenso cómo el conferenciante combate a muerte con una planta de linaria.

The New York Times

William James solía predicar la «voluntad de creer». Yo, por mi parte, quisiera predicar la «voluntad de dudar»... Lo que se persigue no es la voluntad de creer, sino el deseo de descubrir, que es exactamente lo opuesto.

BERTRAND RUSSELL Sceptical Essays (1928)

Durante el reinado del emperador romano Marco Aurelio, en el siglo II de nuestra era, vivió en Grecia un magistral timador llamado Alejandro de Abonútico. Elegante, hábil, inteligente y falto por completo de escrúpulos, según palabras de uno de sus contemporáneos, iba de un lado para otro haciendo gala de oscuras pretensiones. Su engaño más célebre consistió en «irrumpir en la plaza del mercado, sin más vestimenta que un taparrabos de lentejuelas de oro y su cimitarra, agitando al viento su larga melena, como lo hacen los fanáticos que recolectan dinero en nombre de Cibeles, se encaramó a un elevado altar y desde allí arengó a la multitud» anunciando el advenimiento de un nuevo dios oracular. Alejandro exhortó a la construcción de un templo en aquel mismo lugar, idea aceptada de inmediato por la multitud que le rodeaba, y descubrió -en el lugar donde lo había previamente enterrado, desde luego- un huevo de oca en cuyo interior había encerrado una cría de serpiente.
Abriendo el huevo, anunció al gentío que el nuevo dios profetizado era precisamente aquella pequeña serpiente. Alejandro se retiró luego a su casa durante unos pocos días, y cuando decidió volver a presentarse ante el pueblo expectante lo hizo con una enorme serpiente enroscada alrededor de su cuerpo; la serpiente habría crecido asombrosamente en el
ínterin.
En realidad, la serpiente era de una variedad convenientemente grande y dócil que para tal propósito se había procurado tiempo antes en Macedonia, y además estaba provista de una caperuza de lino de aspecto vagamente humano. El templo estaba apenas iluminado. A causa de la presión ejercida por la multitud expectante, ningún visitante podía permanecer demasiado tiempo en la habitación o examinar la serpiente con detenimiento. En consecuencia, la opinión difundida entre la multitud era que el profeta les entregaba un auténtico dios.
A continuación Alejandro indicó que el dios era capaz de dar respuesta a preguntas planteadas por escrito que se entregaran dentro de sobres sellados. Una vez a solas, doblaba o rasgaba el sello, leía el mensaje, recomponía con todo cuidado el sobre e introducía el texto original al que había añadido una respuesta. Pronto llegaría gente de todo el imperio para atestiguar con sus ojos la existencia de una maravillosa serpiente
pitonisa con cabeza humana. En caso de que la respuesta del oráculo se mostrase luego, ya no ambigua, sino claramente errónea, Alejandro tenía una solución muy simple: alterar el contenido de la respuesta escrita previamente. Además, cuando la interrogación de alguna persona adinerada envolvía alguna flaqueza humana o secreto punible, Alejandro no tenía el menor escrúpulo en extorsionar a su cliente. El resultado de todo este fabuloso tinglado produjo unos ingresos equivalentes hoy en día a varios cientos de miles de dólares anuales, además de una fama con la que pocos hombres de la época podían rivalizar.
Quizá sonriamos ante Alejandro, el traficante de profecías. Todos quisiéramos vaticinar el futuro y entrar en contacto con los dioses, pero hoy en día es imposible que nos veamos envueltos en un fraude de este tipo. ¿O acaso no lo es? M. Lámar Keene vivió durante trece
años de sus servicios como médium espiritista. Era pastor de la Iglesia Asamblearia de la Nueva Era, en Tampa, uno de los administradores legales de la Asociación Espiritista Universal y, durante muchos años, una de las figuras señeras de la principal corriente del movimiento espiritista americano. Asimismo, fue un timador confeso, convencido, y ello con informaciones de primera mano, de que prácticamente todas las sesiones, conferencias y mensajes procedentes del más allá y obtenidas con la intervención de médiums eran supercherías intencionadas, fraudes destinados a explotar la aflicción y añoranza que todos sentimos por nuestros amigos y parientes muertos. Como Alejandro, Keene podía
responder a interrogaciones escritas depositadas en sobres cerrados, pero él no lo hacía en privado sino desde un púlpito. Keene leía las preguntas con la ayuda de una lámpara oculta o de un líquido abrillantador, métodos ambos que proporcionaban transparencia transitoria a los sobres en cuestión. Encontraba objetos perdidos, asombraba a los que presenciaban sus sesiones con asombrosas revelaciones sobre sus vidas privadas «que era imposible que conociese», se comunicaba con los espíritus y conseguía materializar ectoplasmas, claro está, todo ello en reuniones mantenidas en penumbras y gracias a toda una serie de trucos bastante simples, una absoluta confianza en sí mismo y, por encima de todo, la inmensa credulidad, la absoluta falta de escepticismo de que hacían gala sus feligreses y clientes.
Keene creía, como lo hiciera Harry Houdini, que no sólo era generalizado el fraude espiritista, sino que sus cultivadores profesionales estaban altamente organizados e intercambiaban entre sí datos o clientela potencial para conseguir que sus revelaciones causaran mayor asombro. Lo mismo que las apariciones de la serpiente de Alejandro, todas las sesiones espiritistas se consuman en habitaciones oscuras, pues la claridad de la luz puede poner al descubierto con demasiada facilidad el engaño. En sus años de encumbramiento, Keene a duras penas logró equiparar sus ingresos, en cuanto a valor adquisitivo, a los de su ilustre antecesor, Alejandro de Abonútico Desde la época de Alejandro hasta nuestros días, incluso parece probable que desde que sobre este planeta existen seres humanos, la gente ha descubierto que podía ganar dinero arrogándose el poder de desentrañar lo misterioso y conocer lo oculto. Puede encontrarse una encantadora e iluminadora exposición de algunos de estos engaños en un notable libro de Charles Mackay, Extraordinary popular delusions and the madness of crowds (Fraudes populares extraordinarios e insensatez de las multitudes), publicado en Londres en 1852.
Bernard Baruch afirmaba que la lectura de este libro le había ahorrado millones de dólares, presumiblemente alertándose de los necios proyectos en que no debía invertir ni un centavo. Mackay trata desde las profecías, las curaciones milagrosas y la alquimia hasta las casas embrujadas, las Cruzadas o la «influencia de la política y la religión en el crecimiento del cabello y la barba». El valor del libro, como muestra la historia relatada del traficante de oráculos Alejandro, reside en la antigüedad de los fraudes y engaños descritos. Muchas de las imposturas reseñadas no tienen un marco actual y estimulan nuestras pasiones sólo muy débilmente; el tema del libro son los fraudes en que cayeron gentes de otros tiempos pasados. No obstante, tras leer muchos de los casos descritos, empezamos a sospechar que existen versiones contemporáneas equivalentes. Los sentimientos impulsivos de la gente siguen siendo tan fuertes como antaño, y probablemente el escepticismo es algo tan raro hoy como pueda haberlo sido en cualquier otra época. En consecuencia, cabe esperar que sean muchos los timos difundidos por doquier en la sociedad contemporánea. Y efectivamente es así.

Veamos lo siguiente:

Primero hablare de mi, para esos que dicen ¿Y tu. La lista de fabricantes es muy larga, ahora en lo personal, yo no soy un timador o un falso gurú, solo soy una persona de bien que trata por un valor ínfimo, dar al máximo tres actividades y ustedes lo comprobaran en mis prácticas que son muy pedagógicas. Una gran mayoría se muestra muy callada y circunspectos o  misteriosos, eso es como un sinónimo equivocado de atracción o enganche, es posible que sea, para que usted caiga en sus redes. Por ejemplo hay personas que cierran el puño y sin ocultar nada, le dicen ¿ Que tengo en este puño. Desde luego que antes de la pregunta, usted por ver que tiene el puño cerrado ya cae en la trampa, por la curiosidad que genera un puño cerrado, es decir estos personajes, nos toman a la mayoría por tontos. Esta es la gran diferencia entre un profesor  u maestro bueno y no lo digo solamente yo, un gran maestro y doctor en medicina oriental dice, que se acabaron los tiempos dónde se ocultaban las técnicas, ahora usted debe aprender la teoría y para que la misma se consolide la debe llevar a la práctica, de esa forma se cristalizara el método y podrá darlo con sinceridad y compasión. ¿Se entiende. Desde luego hay muchos profesores y maestros excelentes. Yo por lo general muestro mi puño con la palma hacia arriba y sin perder lo que guardo, abro mi mano para que usted se sirva, todo lo contrario a otros que dan con cuenta gotas o se muestran como maestros muy misteriosos, por lo regular están persona tiene su puño cerrado, con la palma hacia abajo y no abren la mano por miedo a perder lo que esconden o que no lo descubran. Ahora yo no puedo hacer nada con alguien que se deja timar. He visto miles y miles de compatriotas que valoran mas lo importado (así no valga) que lo propio. De esos miles y miles he visto que en cierta forma les gusta que los timen.
En lo personal actúo con ecuanimidad y respeto. Pero ya he hablado bastante mí, ahora les hablare del tema principal:

Ahora si usted fuera mi alumno, y en lo personal tuviera entrevistas conmigo, pregunto ¿ de que vale que me siente en un sillón me apoltrone tenga ponga cara de experto y conmine a usted a contarme su vida, si en realidad, yo no soy psicólogo y si lo soy debería exhibir mi matricula o mis credenciales autentificadas. Yo a veces suele preguntar en forma rápida, después ya no pregunto mas voy directo al grano que es la practica concienzuda y franca.

A menudo me han preguntado ¿es verdaderamente necesario contar con un Gurú,  o sino con un instructor, un profesor o un maestro. La respuesta seria ¡Si tu lo crees necesario, no hay mayores inconveniente, solo cuando te decidas hazlo bien. Ahora yendo mas al Gurú o a ese maestro que se las cree  y te quiere mandar a un viaje mental-espiritual, fantasioso, que al final es de poca monta ¿Cómo determino lo que es bueno.
Para determinar un buen profesor o buen maestro y su autoridad.

Primero y principal tenemos que preguntarnos: 

  1. ¿ quien es la autoridad,
  2. ¿ es el Gurú, fabricante de paradojas o usted. 

El Gurú,  nos puede decir, que habla por su experiencia y trayectoria, que ha experimentado un estado de conciencia superior, o quizás un estado de conciencia alterado o sino, que le falta muy poco para trascender he iluminarse y que se acaban los tiempo, y usted debe apresurarse. En General se, "miente", quizas hasta le diga, que habla por su retiros o viajes a lugares recónditos o que tomo contacto con deidades o seres celestiales. La mente sin no la controla es muy imaginativa. La realidad es que solo contamos con su palabra y no hechos palpables, sabiendo eso podemos determinar que la única fuente de autoridad, ¡son ustedes mismos, por ejemplo un maestro sin alumnos no seria nada, un conferencista sin publicó, no tendría sentido En lo personal elaboro un juicio que me permite determinar mediante ello que la autoridad máxima somos nosotros, los alumnos, los participantes que pasan a se protagonistas. En lo personal, yo nunca deje de ser alumno y algunos me dicen maestro y sonrió. Desde luego aquel que me escucha decir esto, podrá pensar lo contrario, pero dejo constancia hay profesores y maestros, hay “PROFESORES Y MAESTROS”. Se entiende.
Card Sagan tenia un conocido desmitificador llamado James Randi, que siempre lucho contra los embaucadores, este tiene un fundación que ofrece, 1.000.000 de dólares a aquel que la traiga pruebas fehacientes ya sea de Espiritismo, Astrología, Ovnis, Seres Galácticos, corpóreos o incorpóreos, Homeopatía,…..etc. , !si, 1.000.000 de dólares. Hasta ahora, año 2014, nadie lo ha llamado. El mismo dice que una mujer, psiquica y espiritista, reconocida en USA, hablo por Radio y que dijo que se comunicaría con Randi, pero según dice Randi, que ella puede comunicarse con los espíritus, pero parece que conmigo, !no y eso que yo tengo celular, email, fax, facebook, teléfono, pagina web....etc. Esta señora cobra 700 dolares como psíquica una simple. consulta por teléfono.
Y como existe gente para todo, gana fortunas

Según mi opinión:

Aquel que es timador, si no cambia, cuando se reconecte, volverá a ser lo mismo como otra persona, dado que esta grabada en su conciencia y esta al momento de morir se transfiere(el cuerpo muere la conciencia se transfiere). En You tube puede ver algunos vídeos de James Randi.

En el Dhammapada, texto budista con más de dos mil años de antigüedad, se mantiene lo que somos, es el resultado de lo que fuimos, lo que seremos mañana es el resultado de lo que somos ahora”. Las consecuencias de una mente poco adecuada nos seguirán como la carreta sigue al buey que tira de ella.

Nadie puede hacer más por nosotros que nuestra mente pura, ni nuestros padres, ni algún pariente o amigo, nadie. Una mente disciplinada da lugar a la felicidad”.
Según el Budismo Tibetano el verdadero propósito de la meditación es logra la verdadera naturaleza de la mente.

Tambien se dice el ultimo pensamiento que tengas y que vienes acumulando, sera el primer pensamiento que surja cuando te re-conectes.

Jorge
Se Feliz



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